La jornada del sábado plagó Granadilla de momentos de un pasado cercano; las tradiciones de hace unos 200 años y que acompañaron a la población del municipio hasta bastante entrado el siglo XX llenaron el entorno de la Plaza del Convento. Una gran labor ofrecida por la Concejalía de Patrimonio Histórico que dirige nuestro concejal, Fredi Oramas, y de la que pudieron disfrutar también nuestro alcalde, José Domingo Regalado, y nuestra concejal de Servicios Sociales, María de la O Gaspar, así como los vecinos.
Cuna de Tradiciones comienza a asentarse como una actividad fundamental para la remembranza y mantenimiento de las tradiciones en nuestro municipio. El pasado sábado vivimos la segunda edición de la misma, que trajo a nuestro casco, en el entorno de la Plaza del Convento, una gran variedad de actividades de índole histórica. Entre ellas, la Asociación Cultural La Escalera trajo un sinfín de juegos tradicionales, que hicieron las delicias de los más pequeños, y que convirtió la calle en una algarabía infantil con los carros, los trompos, los juegos competitivos y la comba, entre otros tantos. Además, en el patio del Convento se realizaron talleres de roseta y de alfarería canaria tradicional, que reunieron a otros tantos vecinos para la recreación de piezas de gran valor, por su réplica de los tradicionales usos y costumbres de nuestros antepasados.
Posteriormente, y tras la conclusión de los talleres, se produjo una ruta teatralizada por la calle Arquitecto Marrero, que organizó el grupo Oroval de La Orotava, y que sumergió a los usuarios en las tradiciones de la Tenerife de los Siglos XIX y XX, explicándose la importancia de la molienda del millo para la generación del gofio, de las reuniones en los lugares de recogida de agua, y de los negocios de la época, en muchas ocasiones convertidos en centros de ocio, baile y festejo.
La velada finalizó con la muestra de los bailes tradicionales por parte de Oroval y ante la música canaria esbozada por el grupo El Mantillo, acompañando el espectáculo de la distribución del popularísimo plato canario de costillas con papas y millo. Un día dedicado a la tradición, la canariedad y las vivencias de nuestros antepasados, compartidas popularmente y que deben ser un reflejo del dónde venidos y el hacia dónde vamos.